Frecuencia y volumen de riego segĂșn las etapas del cultivo
- Manuel Prado
- 20 ene
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Actualizado: 30 ene
El riego es una de las prĂĄcticas mĂĄs importantes en el cultivo de pitahaya, ya que una correcta gestiĂłn del agua influye directamente en el desarrollo de las plantas y la calidad de los frutos. Es fundamental ajustar la frecuencia y el volumen de riego segĂșn las diferentes etapas del cultivo, para asegurar un crecimiento Ăłptimo y evitar problemas como la deshidrataciĂłn o el encharcamiento. A continuaciĂłn, se detalla cĂłmo debe ser el manejo del riego en cada fase
1. Etapa de GerminaciĂłn y Crecimiento Vegetativo:
Durante la germinaciĂłn, es crucial mantener la humedad constante en el sustrato para favorecer la emergencia de las raĂces. Sin embargo, el exceso de agua puede llevar a la pudriciĂłn. En esta etapa, el riego debe ser frecuente, pero con volĂșmenes pequeños para evitar el estancamiento del agua. El riego por goteo es ideal, ya que permite aplicar agua de manera localizada y controlada.
Frecuencia:Â Riego diario o cada dos dĂas, dependiendo del clima y la humedad ambiental.
Volumen:Â 200-250 ml por planta, asegurando que el agua llegue solo a las raĂces sin encharcar el suelo.
2. Etapa de Crecimiento Vegetativo y FormaciĂłn de Flores:
En esta fase, las plantas de pitahaya experimentan un mayor crecimiento de ramas y hojas. AdemĂĄs, comienza la formaciĂłn de los botones florales, por lo que las necesidades hĂdricas aumentan. El riego debe ser mĂĄs abundante, pero siempre vigilando que no se acumule agua alrededor de las raĂces. Durante el crecimiento vegetativo, el riego debe asegurar que el sustrato estĂ© bien hĂșmedo, pero no saturado.
Frecuencia:Â Riego cada 2-3 dĂas, segĂșn el clima y las condiciones del suelo.
Volumen:Â 300-350 ml por planta, asegurando una distribuciĂłn uniforme del agua.
3. Etapa de FloraciĂłn y FructificaciĂłn:
Durante la floraciĂłn y fructificaciĂłn, las necesidades de agua son altas, ya que la planta estĂĄ utilizando muchos recursos para el desarrollo de las flores y la formaciĂłn de los frutos. En esta etapa, es fundamental mantener el sustrato hĂșmedo, pero no encharcado, ya que el exceso de agua puede promover la pudriciĂłn de las flores y frutos. AdemĂĄs, se debe ser cauteloso con el riego en las horas mĂĄs calurosas para evitar el estrĂ©s tĂ©rmico.
Frecuencia:Â Riego cada 3-4 dĂas, ajustando segĂșn las condiciones climĂĄticas.
Volumen: 400-500 ml por planta, dependiendo del tamaño y el desarrollo de los frutos.
4. Etapa de MaduraciĂłn de los Frutos:
A medida que los frutos se van madurando, las necesidades de agua disminuyen, pero no se debe dejar que la planta pase por un dĂ©ficit hĂdrico, ya que esto afectarĂa la calidad y el tamaño de la pitahaya. En esta etapa, es esencial mantener el sustrato ligeramente hĂșmedo, evitando tanto el exceso de riego como la sequedad.
Frecuencia:Â Riego semanal, dependiendo de la sequedad del suelo.
Volumen:Â 300 ml por planta, manteniendo un equilibrio adecuado.
Consideraciones adicionales:
Clima y temporada: En épocas de calor intenso, las plantas requieren mås agua. Durante la temporada de lluvias, se debe ajustar el riego para evitar el exceso de humedad.
Tipo de suelo:Â El tipo de suelo influye en la retenciĂłn de agua. En suelos arenosos, el riego debe ser mĂĄs frecuente, mientras que en suelos arcillosos puede ser necesario un riego mĂĄs espaciado.
Sistema de riego:Â El riego por goteo es mĂĄs eficiente en el cultivo de pitahaya, ya que permite aplicar agua de manera precisa y evitar el desperdicio.